jueves, 24 de junio de 2010

sant joan

Esta mañana me he levantado animado, pero poco ha durado la alegría. He leído la tragedia del apeadero de Castelldefells, que conozco por heber accedido en mi brompton para realizar un paseo de veinte kilómetros junto al mar, entre Gavá y Port Ginesta. Imprudencias, tragedia, vidas segadas en un instante. Descansen en paz las victimas.
El verano ha llegado. Calor, cava, coca en casa de Magda. mañana a Camallera y el sábado a la playa.

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